Cicatrices

El tratamiento de las cicatrices depende de su tamaño, estado evolutivo y de la presencia de complicaciones tales como adherencias, formación de cicatriz hipertrófica, etc.

Normalmente las cicatrices tras las intervenciones quirúrgicas no causan limitación funcional, por tanto su tratamiento es principalmente estético.

Una mala cicatrización con formación de adherencias puede ralentizar la evolución al mantener por más tiempo el edema. Un ejemplo de ello son las adherencias que se pueden producir en la cicatriz de la abdominoplastia.

El mejor tratamiento de las cicatrices es el preventivo, encaminado a minimizarlas lo máximo posible, teniendo en cuenta siempre la distinta variabilidad en la naturaleza de cicatrización de cada paciente. Por todo ello, recomendamos una serie de actuaciones consistentes en:

Durante el primer mes recomendamos cubrir la cicatriz con esparadrapo de papel, cambiando el mismo a diario. No se debe utilizar si produce alergia, y se debe controlar el uso si provoca heridas en la piel. Es importante su adecuada colocación, sobre todo en cicatrices mamarias peri-areolares donde una correcta ubicación elimina el frecuente edema de la areola.

A partir del primer mes recomendamos apósitos o geles de silicona que se deben llevar un mínimo de 5 a 6 meses para que el resultado sea óptimo.

Cuando estas medidas conservadoras fracasan y se producen cicatrices hipertróficas o incluso queloides, tenemos que pasar a tratamientos más agresivos como la laserterapia o la cirugía.